¿Qué es un biocida? Significado, tipos y funciones
Los biocidas químicos se han utilizado durante años, para la conservación de alimentos y agua. En la actualidad, su uso es relevante en la medicina y entornos industriales para controlar las infecciones y la contaminación microbiana.
La limpieza ineficaz de las superficies y el uso inadecuado de biocidas son dos factores que contribuyen para la supervivencia de microorganismos en superficies inanimadas. En consecuencia, favorecen la proliferación de virus y bacterias, así como la transmisión de agentes infecciosos. Estas sustancias tienen la capacidad para matar microorganismos a través de distintos modos de acción (oxidación o solubilización de lípidos). En este artículo, vamos a explorar las principales características y funciones de los biocidas en entornos industriales y de atención médica.
Definición de biocida
El biocida es un agente químico antimicrobiano con capacidad para eliminar, tornar inofensivo o controlar organismos nocivos. Esta sustancia es efectiva porque afecta las funciones vitales de las células vivas y controla el crecimiento microbiano.
¿Qué es un producto biocida?
Características
Los biocidas actúan como agentes desinfectantes, antiincrustantes, oxidantes y conservantes. Estos agentes se usan con frecuencia en diferentes áreas del conocimiento como medicina, agricultura, silvicultura e industrias. Estas sustancias químicas funcionales se utilizan para matar o neutralizar plagas biológicas como microbios, moho e insectos. Se producen en forma líquida y en polvo, en formulaciones listas para emplear o como concentrados.
Hay que considerar que no existe un biocida perfecto, así que es importante valorar sus ventajas y puntos negativos a la hora de elegir; si pensamos en un buen biocida, es decir, eficaz para determinada especificidad, es necesario que se cumplan el mayor número posible de las siguientes condiciones:
- Vasto espectro de acción frente a los organismos a combatir;
mantenerse eficaz en un extenso rango de pH (cuanto más extenso mejor); - Ser soluble en agua;
- Efectividad elevada en bajas concentraciones, (para reducir los costes económicos de transporte, almacenamiento y producción);
- Compatible con sustancias químicas o seres vivos presentes en el proceso;
- Facilidad de neutralización después de su uso;
- Baja toxicidad para los humanos que trabajen con el producto y para las especies del entorno (con excepción de la especie que se desea erradicar).
En contrapartida, los biocidas son tóxicos no solo para los microorganismos a erradicar, sino también para otras especies ; en ese sentido, su eliminación debe realizarse con cuidado para evitar daños graves y potencialmente duraderos en el medio ambiente (como es el caso de los ecosistemas marinos). Además, se ha demostrado hace poco que el empleo excesivo o inapropiado de biocidas ha llevado a un importante debate científico. Esto se debe a su papel en la supervivencia y resistencia bacteriana que se produce hoy en día a la escala mundial.
Por ese motivo, se recomienda una utilización apropiada y limitada de estos productos en la desinfección de superficies. Es importante mencionar que la legislación europea exige el registro de estas sustancias y la evaluación de los riesgos asociados.
Funciones
Estos compuestos se utilizan cada vez más como agentes de elección para la desinfección química en entornos sanitarios, domésticos e industriales. Algunos ejemplos de productos biocidas son los repelentes de insectos y los productos químicos industriales, como es el caso de las pinturas antiincrustantes para barcos. El dióxido de cloro es igualmente considerado un biocida, ya que es responsable por el tratamiento de aguas industriales y públicas; y también como desinfectante en piscinas. Además, los biocidas pueden ser conservantes de alimentos: detienen el olor, previenen el cambio de color, y ayudan a mantener las propiedades del polímero.
Los biocidas se usan en entornos sanitarios para diferentes aplicaciones. Por ejemplo, se usan como antisépticos para tratar infecciones en las membranas mucosas y piel dañada. Además, estos compuestos permiten descontaminar cualquier superficie o esterilizar dispositivos médicos. Cabe destacar la importancia de estas sustancias químicas para mitigar la propagación del virus COVID-19 a través de su inactivación.
Tipos de biocidas
La acción de los biocidas puede ser directa, como en el caso de los biocidas químicos (venenos para plagas o fungicidas), o indirecta como sucede con los biocidas biológicos (microorganismos que producen sustancias que atacan a otro organismo).
En general, un biocida puede ser clasificado como:
- Un pesticida: engloba fungicidas, herbicidas, insecticidas, alguicidas, acaricidas, piscicidas o rodenticidas;
- Un antimicrobiano: incluye germicidas, antibacterianos, antivirales, antifúngicos, antiprotozoarios y antiparasitarios.
Estas sustancias químicas pueden ser agrupadas en cuatro grupos principales: Desinfectantes y productos biocidas generales, conservantes, control de plagas y otros.
- Desinfectantes y productos biocidas generales: aquí se incluyen los productos desinfectantes de aire de Cloon, como el Stick desinfectante, el disco difusor y la tarjeta. Otros productos de higiene personal (por ejemplo, jabón antiséptico), desinfectantes de bebidas (p. ej. ácido fórmico, peróxido de hidrógeno, hipoclorito de sodio), entre otros;
- Conservantes: pueden ser enlatados (p. ej., isotiazolinonas), de madera (p. ej., compuestos de cobre, ácido bórico) o conservantes del sistema de procesamiento (p. ej., aminas);
- Biocidas con la capacidad de control de plagas: productos para controlar la propagación de insectos (insecticidas), aves (avicidas), peces (piscicidas), u otros repelentes (por ejemplo, aceite de citronela, permetrina);
- Otros productos más eficientes y selectivos. Uno de los ejemplos de biocidas específicos son los alguicidas: sustancias químicas usadas específicamente para controlar o matar algas en aguas embalsadas, piscinas o lagos. Los alguicidas están disponibles en el mercado como aerosoles o cristales granulares.
Es importante analizar que una de las propiedades más interesantes del dióxido de cloro es su fuerte poder biocida en un amplio rango de pH (3 a 9).
En este sentido, Cloon desarrolló varios productos de desinfección cuyo ingrediente principal es el dióxido de cloro.
Destacamos el Stick, el disco difusor y la tarjeta de sanitización. Este material es considerado seguro para conservación y desinfección de alimentos, industria farmacéutica, hospitales, entornos públicos, entre otras aplicaciones. Nuestros productos son del tipo TP2: Desinfectantes y alguicidas no destinados a la aplicación directa a personas o animales. En concreto sirven para la desinfección de ambientes cerrados y las superficies en ellos.
Referencias:
Legislación sobre Biocidas AEMPS – Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios